Cuando te aproximas a la obra te invade una completa sensación de emoción y temor al mismo tiempo. Aparecen nuevos umbrales, nuevos recortes en el paisaje que hasta ese momento no habías hecho. Aquello en lo que tantos meses se ha trabajado sobre planos y en el imaginario de cada una de las personas que se ha implicado en el proyecto, sale a la luz… encajará? Esa vista que tanto has soñado estará?
Este es uno de los momentos más mágicos de todo este proceso.